Crónica01.02.17

Comerás mejor con tu nevera ordenada

Hablemos de manías a la hora de usar la nevera. De la cantidad de comida que malgastamos y tiramos porque nunca estamos en casa, de los alimentos que se estropean una vez abiertos o que se congelan porque están demasiado fríos, de los tuppers mal cerrados…

Tener una nevera ordenada, no sólo te facilitará la vida a la hora de ver realmente qué tienes y qué cocinar, sino que alargará la vida de los alimentos y del propio electrodoméstico. Es recomendable que nunca haya un exceso de comida ya que, al no haber espacio entre alimentos, el aire no circula bien y la temperatura se puede ver afectada. Hay que tener en cuenta que una nevera no es una despensa donde acumular comida, sino que es una herramienta que nos ayuda a conservarlos mejor, a evitar que aparezcan microorganismos o la fermentación de productos gracias al frío.

Los nuevos modelos de nevera vienen pensados para facilitarnos esta tarea, lo que además mejorará el rendimiento, ya que son electrodomésticos más sostenibles y ecológicos. Cajones más aislados y especiales, espacios mejor repartidos y programas eco, que solucionan gran parte de nuestros problemas.

De todos modos, aprender a organizarlo es muy fácil; no es que seamos maniáticos, piensa que una buena conservación lo es todo para la calidad de lo que comes. Así que, aquí van algunos consejos chispas prácticos para exprimir al máximo tu compra y tu nevera.

1- La temperatura ideal suele ser de unos 5ºC. En verano es aconsejable bajarla un par de grados más.

2- Aquellos alimentos que necesiten mayor frío, se colocarán en la parte de abajo, encima de los cajones de las verduras, ya que es la zona más refrigerada. Aquí entran las carnes y los pescados. Piensa que esta parte se suele encontrar a unos 2ºC. Las neveras más modernas incorporan un cajón especial en la parte baja para este uso, donde mantenerlos además aislados en caso de que se produzca algún tipo de goteo. Por otra parte, es importante tener el cuenta que al ser productos más frescos y de consumo casi inmediato, no pueden dejarse demasiado tiempo en el frigorífico, teniendo una vida máxima de 2-3 días para su consumo sin que pierdan propiedades.

3- Los lácteos y embutidos irán en la parte central, ya que no necesitan bajas temperaturas. También es una zona óptima para tuppers y alimentos ya cocinados, o para esos que necesitan conservarse en frío una vez abiertos.

4- Las bajas temperaturas no son buenas para las verduras, y por eso, estarán en los cajones de la zona inferior, que favorecen su mantenimiento. Sin embargo, hay muchas a las que no favorece el frío por poco que sea. Un error habitual que solemos cometer es meter en el cajón los tomates, el calabacín, el plátano y el aguacate. Pierden calidad si pasan refrigeradas más tiempo de debido, por lo que es mejor mantenerlas a temperatura ambiente.

5- Por si no lo sabíais, la puerta es la zona menos fría de la nevera. Por tanto, perfecta para bebidas, huevos, mantequillas, mermeladas y salsas.

6- Cuidado con la comida caliente, ya que puede modificar la temperatura. Es preferible que se enfríen fuera, al menos dos horas, antes de colocarlos en un estante.

7-  Un truco es tener los alimentos de consumo más rápido delante y los que duren más detrás, así también tendréis a la vista todo lo necesario y no desperdiciaréis nada.

nevera infografía comida

Tener una nevera ordenada, no sólo te facilitará la vida a la hora de ver realmente qué tienes y qué cocinar, sino que alargará la vida de los alimentos y del propio electrodoméstico.

Sucede que cuando hablamos de nevera, no lo hacemos del congelador. Sí, el congelador, ese gran olvidado, ese mundo paralelo al que de vez en cuando entramos y descubrimos reliquias entre cubitos de hielo, precocinados y papel albal envolviendo carne. Es casi o más importante que la propia nevera y no debemos descuidarlo, ya que la conservación correcta es esencial.

La temperatura óptima es de -18ºC. Hay que mantenerlo lo más limpio posible, evitando una acumulación de hielo innecesaria. Hay que prestar especial atención a la hora de congelar alimentos; envolver bien la comida y cerrar bien las bolsas de congelado, ya que esa entrada de aire cristalizaría la comida en exceso. El pescado y la carne son óptimos para congelación, sobre todo si están recién comprados, y además, sorprendentemente, pueden aguantar bien más de seis meses antes de sacarlos para el consumo. Las verduras cortadas a trozos y envueltas el papel de aluminio o en film y las hierbas frescas, también son alimentos que merece la pena conservar y que duran bastante tiempo.

En definitiva, con un poco de práctica cada uno encontrará su mejor truco para tener un frigorífico ordenado y sostenible.

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